ALEJANDRO KORN| Belén, la chica de los polarizados

Una simpática vecina que muestra cómo las mujeres se animan a todo y rompen con las barreras del machismo.

Desde hace un tiempo traté de ubicar a una chica llamada Belén Robledo (25), vecina de Alejandro Korn. Le había dicho por teléfono que quería hacerle una entrevista porque me llamó muchísimo la atención, ya que se dedica a polarizar vehículos, que por lo general es un trabajo que lo realizan los hombres. Se destaca en lo que hace y después de muchas idas y vueltas nos sentamos a tomar un té y charlar.

Dueña de una sonrisa de oreja a oreja y con un optimismo envidiable, debo aclarar que fue una de las entrevistas que más disfruté hacer. Inclusive muchos conocen a Belén por haber protagonizado una historia en la que ella perdió un celular en un remís, el mismo tenía fotos de su difunto padre y lo pudo recuperar.

Belén es oriunda de Capital Federal y desde hace unos añitos vive en Korn. Actualmente se dedica a la colocación de polarizados y grabado de cristales en diversos vehículos. “Cuando yo voy a hacer un polarizado algunos me miran con cara de ¿vos vas a hacer el polarizado? Algunos me han subestimado”, dijo, admitiendo que el machismo suele ser algo corriente en su rubro, pero demuestra que es una profesional y que se gana la confianza y la admiración de sus clientes con la calidad de sus trabajos.

Este oficio lo aprendió gracias a su padre, Lito. De pequeña lo acompañaba a ver cómo era su trabajo. “Iba con él y empecé juntando los sobrantes de polarizados. Después arranqué polarizando las partes más chicas de los vidrios de las ventanillas y hasta que cuando ya tuve 16 trabajábamos juntos”, explicó.

Rompiendo tabúes, Belén se ha sabido ganar clientes y recorre con su mochila diversos puntos donde la llaman para trabajar. Pero todo inicio no siempre es bueno. Cuando su padre enfermó ella tuvo que salir a poner el pecho a las balas y aún recuerda su primer trabajo sola, cuando con ayuda de su hermano polarizó una combi y estuvo con nervios y lágrimas tratando de superar su primera prueba y a eso se sumaba la internación de su papá, pero pudo salir airosa.


Su padre falleció en 2016, y de ahí en más, Belén tomó fuerzas y salió adelante por ella y por su familia, sus hermanos, su madre y su hijo.. “Fue un golpe duro. Uno aprende a valorar las cosas, saqué lo malo en mí. Yo trabajo de lunes a lunes”, declaró.

Para finalizar, Belén me contó que significa para ella su trabajo. “Yo siento que es una manera de tenerlo vivo a mi papá, él me enseñó un oficio. Él me dijo que yo tenía que seguir con lo que me enseñó. Amo mi trabajo, lo que no me gusta a veces es estar en el frío o a la intemperie. Yo sigo cualquier camino que tenga corazón”, sentenció.

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