Apellidos que nunca aparecieron de la nada están inscriptos para obtener un puesto en la política. Se trata de poder vivir de la teta del Estado.
Editorial-
Cuánto puede ganar un concejal me pregunté una vez, el más novato si no recuerdo mal puede oscilar con un salario de entre 30 y 40 mil pesos. Ahora imaginemos que en las lista de los precandidatos a intendente hay nombre que realmente a uno lo hacen pensar que realmente hemos tocado fondo.
Uno leyendo listas de muchos de los que aspiran a la intendencia se encuentra con unos apellidos que hacen pensar en los orígenes de los mismos y cómo gracias a las alianzas de los últimos días obtuvieron un lugar para asegurarse seguir viviendo de la teta del Estado.
Que de eso se trata, de vivir de esa teta, de no trabajar y percibir salarios por un determinado período y buscarán hacerlo el mayor tiempo posible. En las listas hay personas poco instruidas, que se las relacionan con manejos fraudulentos de fondos, que han prometido cosas en barrios que nunca llegaron, que se pasaron de un bando a otro, demostrando los pocos ideales que hay hoy por hoy en la política.
Hay personas que solamente han llegado ahí por ser “rosqueadores”, y otros que personas y que quieren mantener su banca sin haber presentando proyectos por meses, y quedándose con el que tenga poder de turno.
No voy a especificar nombres, léanlas por ustedes mismos, hablo de los diversos espacios, vean, infórmense quiénes son los que pueden digitar nuestro futuro en un corto plazo. Depende de usted votante y si queremos cambiar un poco esto también depende de que nos involucremos como sociedad, para no tener en una banca de concejal a una persona que apenas sabe leer y escribir correctamente.
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