Fotografiaron el control que se ubica en la entrada del pueblo y mostraron como el personal trabaja allí. Vecino de la zona dijo que un comerciante les negó el baño.
Tiempos de pandemia, complicados, pero más allá de eso los vecinos han fotografiado el “improvisado” control que se encuentra en la entrada a Domselaar, donde personal policial y de tránsito trabajan sin ningún tipo de refugio ante las inclemencias del clima.
Los días en otoño son variados en cuanto a la cuestión climática, este personal que debe controlar todo ingreso y egreso desde la ciudad no cuenta con ningún tipo de garita o “refugio” para poder estar allí.
Trabajando horas al aire libre, con sus barbijos y guantes como principal protección, tienen un reflector que es el que ilumina la zona, el cual utilizan como “perchero” para dejar sus pertenencias.
A diferencia de los puestos que se encuentran en San Vicente (Sobre el Pampero o cercanías de Ruta 6), o en Korn (sobre la entrada del Polideportivo Padre Mugica, en Domselaar los vecinos calificaron que los efectivos se encuentran “a la intemperie”.
Hay muchos vecinos que son solidarios, en las largas horas que este personal de la Policía Local y de Tránsito, en el que hay mujeres, está allí, les acercan cosas para comer o calentar un poco el cuerpo. “El panadero le deja bizcochos, otros vecinos les acercan agua caliente”, comentó un vecino a Noticias.
Así como también hay personas solidarias, hay otras que parecen no tener este gesto, por ejemplo, este mimo vecino explicó que un comerciante que se encuentra en cercanías le negó el baño a estos trabajadores.
Muchos esperan que las autoridades tomen alguna medida al respecto, un momento donde es muy necesario mantener la salud de todas las personas, sobre todo de las que están expuestas en la calle en tareas de control.
Tiempos de pandemia, complicados, pero más allá de eso los vecinos han fotografiado el “improvisado” control que se encuentra en la entrada a Domselaar, donde personal policial y de tránsito trabajan sin ningún tipo de refugio ante las inclemencias del clima.
Los días en otoño son variados en cuanto a la cuestión climática, este personal que debe controlar todo ingreso y egreso desde la ciudad no cuenta con ningún tipo de garita o “refugio” para poder estar allí.
Trabajando horas al aire libre, con sus barbijos y guantes como principal protección, tienen un reflector que es el que ilumina la zona, el cual utilizan como “perchero” para dejar sus pertenencias.
A diferencia de los puestos que se encuentran en San Vicente (Sobre el Pampero o cercanías de Ruta 6), o en Korn (sobre la entrada del Polideportivo Padre Mugica, en Domselaar los vecinos calificaron que los efectivos se encuentran “a la intemperie”.
Hay muchos vecinos que son solidarios, en las largas horas que este personal de la Policía Local y de Tránsito, en el que hay mujeres, está allí, les acercan cosas para comer o calentar un poco el cuerpo. “El panadero le deja bizcochos, otros vecinos les acercan agua caliente”, comentó un vecino a Noticias.
Así como también hay personas solidarias, hay otras que parecen no tener este gesto, por ejemplo, este mimo vecino explicó que un comerciante que se encuentra en cercanías le negó el baño a estos trabajadores.
Muchos esperan que las autoridades tomen alguna medida al respecto, un momento donde es muy necesario mantener la salud de todas las personas, sobre todo de las que están expuestas en la calle en tareas de control.
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