Recordada por su paso en la Escuela 9, tuvo cientos de alumnos en sus más de 30 años en el campo educativo.
Amalia Beatriz Díaz, docente retirada, más de 30 años en la enseñanza, vecina de Alejandro Korn, fue mi maestra. Pero no cualquier maestra, sino una de esas dulces, esas que dejan marcas en alumnos y de las cuales pasan los años y uno las sigue manteniendo en la memoria.
Hace unas semanas atrás la había encontrado en la calle y la sorprendí cuando la llamé por su nombre, obviamente que después de varios años ella no me recordaba, pero yo sí. Parece que los años no hubieran pasado para ella, con la misma frescura y estampa. Le dije que había sido una gran maestra conmigo y que guardaba lindos recuerdos de aquella etapa de primer y segundo grado en la Escuela 9 de Korn, y que quería hacerle una nota como una forma de agradecimiento.
Luego de combinar, me senté delante de ella y entre mates, recuerdos de esos años, y hasta alguna lagrimita, salió una de las entrevistas más dulces que me tocó hacer en este tiempo.
Amalia comenzó su carrera cuando aún Guernica estaba unido a San Vicente, Korn y Domselaar. Hace 3 años se jubiló y muchos la recuerdan por su paso por la Escuela 9.
“Yo empecé en la Escuela 8 de Guernica, en la zona de La Yaya, estuve un año y después hice una suplencia en la escuela 12 de Korn”, explicando cuáles fueron sus inicios en la docencia.
Posterior a esto, Amalia estuvo en la Escuela 2 de Presidente Perón, que ahora es la 1. Después pidió el pase a la Escuela 9 de Korn, donde pasó “el resto de mis años de trabajo, con los 1eros y 2dos y después pasé a la prosecretaría. Me llevé mucha gente amiga, buena. Fuimos un gran equipo de trabajo, personas que trabajábamos por vocación en la docencia. Recuerdo mis primeros años, con todas las ganas, de querer hacer cosas diferentes, de hacer cosas con los alumnos en el patio, de hacer salidas, etc.”, expresó.
Los años pasan y el campo docente tiene un conflicto entre vocación y salida económica, se volvió una “salida fácil” para muchos. Eso es algo a lo que Amalia se refirió. “Yo quisiera que las generaciones de docentes que vienen tengas ganas de ser docentes como las que teníamos antes, nosotros estudiábamos por vocación, uno lo hacía por eso de querer darle algo a los chicos, de enseñarles a ser personas. La escuela es la segunda casa”, resaltó.
Amalia le agradeció a la docencia, “a mí me formó, yo soy de la camada que se recibía con dos años de profesorado, con 18 años salíamos a la vida laboral a formar personas, yo creo que crecí con cada pequeña personita, cada una me dio algo”, dijo entre lágrimas de emoción.
Para finalizar, la entrevistada dejó un mensaje a los que pasaron en sus años en el aula y en el día en las escuelas. “Les agradezco que me quieran, que me recuerden y que me tengan presente. Una siempre se queda con la intriga de haber hecho las cosas bien, uno quiere que se lleven recuerdos positivos y uno siempre trabajó para formar buenas personas, con valores”, sentenció.
Gracias Amalia, por tantos años de dedicación y por un poco de tu tiempo para la entrevista.
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