La gente se solidarizó y vuelven a construir la casa que un padre y sus tres hijos perdieron por el fuego.
El pasado sábado 4 de julio Eduardo Gonzáles perdió su casa en un incendio en el barrio Santa Ana, en Alejandro Korn, salvó su vida y la de sus hijos y gracias a la solidaridad de la gente se encuentra reconstruyendo su casa junto a sus vecinos y amigos que se acercaron para darle una mano.
Es una situación muy difícil, un cortocircuito hiso que se le incendiara su techo de su casa que se encuentra sobre la calle Güiraldes y Alberdi y para cuando lograron salir de la vivienda él y sus hijos notaron como todo estaba perdido. Pero la solidaridad de la comunidad pudo más, un vecino los alojó y mientras tanto se juntaron donaciones de todo tipo en la Escuela 12, donde asisten sus hijos (sus nenas de 10 y ocho años y otro varón de 8).
Luego de unos días comenzó la reconstrucción de su casa, han recibido algunos materiales y se compraron los elementos faltantes. Pero toda donación con respecto a materiales de la construcción es bien recibida. El que quiera ayudar puede acercar su donación a la vivienda que se encuentra sobre la calle Güiraldes 561. Aún esperan la ayuda en que se había comprometido el municipio (ya habían llevado unos tirantes), pero aún siguen a la espera.
Eduardo agradeció a todas las personas por su solidaridad, por su granito de arena para ayudar que sus hijos tengan un techo nuevamente.
El pasado sábado 4 de julio Eduardo Gonzáles perdió su casa en un incendio en el barrio Santa Ana, en Alejandro Korn, salvó su vida y la de sus hijos y gracias a la solidaridad de la gente se encuentra reconstruyendo su casa junto a sus vecinos y amigos que se acercaron para darle una mano.
Es una situación muy difícil, un cortocircuito hiso que se le incendiara su techo de su casa que se encuentra sobre la calle Güiraldes y Alberdi y para cuando lograron salir de la vivienda él y sus hijos notaron como todo estaba perdido. Pero la solidaridad de la comunidad pudo más, un vecino los alojó y mientras tanto se juntaron donaciones de todo tipo en la Escuela 12, donde asisten sus hijos (sus nenas de 10 y ocho años y otro varón de 8).
Luego de unos días comenzó la reconstrucción de su casa, han recibido algunos materiales y se compraron los elementos faltantes. Pero toda donación con respecto a materiales de la construcción es bien recibida. El que quiera ayudar puede acercar su donación a la vivienda que se encuentra sobre la calle Güiraldes 561. Aún esperan la ayuda en que se había comprometido el municipio (ya habían llevado unos tirantes), pero aún siguen a la espera.
Eduardo agradeció a todas las personas por su solidaridad, por su granito de arena para ayudar que sus hijos tengan un techo nuevamente.
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