(KORN) Nunca es tarde: a los 86 años una jubilada se anima a la computadora

Una historia de amor familiar. Volvió a manejar la notebook para contactarse con su hijo que vive en el exterior.

Delia Gil es una jubilada que vive en Alejandro Korn que no le teme a la tecnología, porque a sus 86 años volvió a manejar la computadora, un ejemplo de que si se quiere se puede.

Ella le dijo a Noticias de Empalme que “hace 5 años atrás yo había sacado un préstamo para comprar la computadora para hablar con mi hijo, pero después que me enfermé la tuve que dejar”, declaró a Noticias de Empalme.

La idea de la compra de la laptop era para mantener la comunicación con su hijo Alberto Gil (66), el cual reside en Dinamarca y es parte de la Marina Mercante desde inicios de la década de los ochenta. Él reside allí junto a su mujer y sus dos hijas.

Más allá de mantener el contacto por vía telefónica, la jubilada se animó nuevamente al mundo de la internet. Hasta planean regalarle un celular táctil, y Delia no se achica.

Hace dos años atrás, Delia tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por una afección en el corazón y por ello la computadora quedó un poco de lado. Más allá de ese obstáculo, ella se animó a retomar la tecnología y volvió a encender el artefacto y sorprendió a su hijo enviándole un e-mail, el cual lo sorprendió gratamente. 

Y no solo escribe los mensajes, sino que también navega por la red y escucha ópera desde Youtube, siendo Luciano Pavarotti su búsqueda favorita.

Según el portal La Prensa, muchos adultos mayores que ven la tecnología como un medio de obtener lo que buscan en esos años de menos compromisos. Pueden comprender que son capaces de contribuir con sus familiares en ciertas tareas (escolares, por ejemplo), acceder a recetas de cocina, ver programas de televisión o la novela de moda y comunicarse.  Al tomar conciencia de este potencial, se crea motivación, se rompe la barrera del temor y asimilan la tecnología sin mayores problemas.  Este no es un tema de edad, sino de interés y potencial, que se facilita con los dispositivos táctiles, debido a que anteriormente era un tanto complejo el que aprendieran a manejar un ratón.

Delia volvió a encender la computadora, un claro ejemplo de que viejos son los trapos y que la fuerza de voluntad es grande.

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