La columna de Mirna Longobucco| El cariño y la compresión en primera persona: autismo y adopción

Hoy nuestra amiga nos cuenta su experiencia en el autismo junto a su hijo, Fabrizzio.

¡Hola gente querida!, espero que estén muy bien, en esta oportunidad tendremos el testimonio del Lic. Oscar Dicundo, Profesor del  ISFD Modelo Lomas, de la carrera del Profesorado de Educación Especial, modalidad en Discapacidad Intelectual, Secretario del Colegio San Pio X de la Obra del Cottolengo de Don Orione, en donde contara la vivencia de la adopción y el autismo.

Rudolph es un receptor abierto del equipo colegial de fútbol americano de la Universidad del Estado de Florida, y probablemente se convertirá en jugador profesional de la NFL. Él y algunos de sus compañeros estaban visitando la escuela donde estudia este niño con autismo.    

Durante el almuerzo, Rudolph tomó una porción de pizza y notó que un niño estaba completamente solo, comiendo en una enorme mesa. Rudolph le preguntó al niño si se podía sentar junto a él y empezaron a platicar. El atleta no sabía que el niño se sienta solo todos los días a comer. Su condición le da algunos problemas para tener amigos. "Él sólo vio un chico comiendo solo y decidió unirse a él. Eso es lo que hace la historia grandiosa…No fue planeado…”.      

Esta historia me llenó de vivencias, Rudolph no sabía la condición del niño, es probable que quizás tenga poco conocimiento sobre el autismo, sin embargo “sólo observo un niño que comía solo y se sentó junto a él”,Y, si, me lleno de vivencias.

hace casi 13 años nos llamaban del Juzgado…Fabri, nuestro hijo, llegaba a nuestras vidas…Institucionalización…Marasmo… Retardo madurativo…trastornos del lenguaje…Psicosis……fueron conceptos que lo etiquetaban con tan solo 18 meses y comenzaron a sonar fuerte en nuestras vidas. 

Sabíamos que el desafío era muy grande, principalmente para Fabri, romper las etiquetas que lo habían marcado desde que nació, ser un niño, tan importante y tan simple que ser Fabrizzio.                    

Nosotros teníamos que acompañar y sentíamos la obligación de no cometer errores, de encontrar siempre lo mejor, de no fallar.                                          

El camino no fue fácil, estudios, tratamientos, terapias, profesionales, más profesionales, más terapias...Varios años buscando respuestas tratando de no equivocarnos de no fallar…

Mientras tanto comenzamos a armar pasito a pasito, respetando tiempos, el vínculo Padres – hijo - hermanos, miradas, caricias, palabras, amor, paciencia, fueron los condimentos ideales.       

Llegó el ingreso al jardín y comenzó el choque con la realidad, una realidad que muchas veces nos dejaba sumidos en grandes angustias, muy pocas veces el sistema educativo pudo darle y darnos respuesta…”…la escuela no está preparada para este caso...”…”la maestra no estudió para este tipo de chicos…..” “molesta al resto de la clase y no pueden aprender”…. Etc… Etc…y así, “este caso”…”este tipo de chicos”…porque no era Fabri, era “un caso” sin diagnóstico que rompía la normalidad y el orden que el sistema establece, no pudo ser albergado en las “escuelas comunes”…frustración, desilusión.                                                                                        

Quizás si hubieran hecho como Rudolph, en Fabri hubieran visto a un niño y no un caso sin diagnóstico la historia hubiera sido otra. Comenzar de nuevo con una carga inmensa de frustraciones…pero ya con la experiencia de muchas caídas y vuelta a empezar. Ponernos nuevamente de pie y seguir, pudimos encarar la escolaridad de Fabri, en una escuela que lo albergó y pudo darle existencia y no solo presencia. Descubrir que el arte es su forma de expresión y de aprender y encontrarnos con la Profe Giselle, ese ser de luz que, como Rudolph, vio a un niño que buscaba el arte como forma de expresión y no a un niño con autismo que buscaba formas de comunicación ,dar con las/os profesionales adecuados, sacar de a poco toda la medicación hasta llegar a cero, con una obra social que nos da respuesta a sus necesidades, con un diagnóstico que no lo etiqueta, pero nos ordena, por eso siempre digo que todo lo vivido, todo ese camino recorrido, todas  nos permitió aprender, y poder llegar a esta etapa fuertes para poder transitar  el camino que aún nos queda por delante.

Cuando a Fabri se lo dejo de ver como un niño con autismo y se lo vio como FABRIZZIO  apareció un ser incomparable, puro , sencillo, sin dudas un luchador, que nos interpeló e interpela constantemente como padres, hermanos, quien nos enseñó que no hay una única manera de comunicarse hay muchas, y él eligió el arte,  con quien aprendimos a disfrutar las cosas más sencillas de la vida, a compartir un Mc. Donald, un partido de Temperley, una salida en familia, nos llena de luz día a día.                                    NO ES UN DIAGNÓSTICO, NO ES UN NIÑO CON AUTISMO…ES FABRI                                

Por eso esa noticia, esa actitud de Rudolph  me lleno de vivencias, porque no vio un niño con autismo, simplemente vio un niño que estaba solo y ahí fue,……………

“No, no es: a distancia o cercanía. Tampoco es: Si virtual o no virtual. Es, en cambio: saber si hay presencias cuando estamos presentes, si hay palabras que no sean como armas de guerra, si hay existencias además de las presencias. Contar a otros. Contarnos.Contar con otros.  Las vidas que podrían ser si de verdad nos diéramos vida”. Carlos Skliar.


Nos veremos en un próximo encuentro, no se olviden que nuestra via de comunicacion es  nuestro mail, discapacidadnesv@gmail.com

¡¡¡Hasta la próxima!!!!

Mirna Longobucco






Comentarios