San Vicente| Una pesadilla: entraron a su casa, amenazaron y golpearon a una jubilada para robarle

La arrastraron de los pelos por el piso, la apuntaron en la cabeza, le exigían dinero y le decían “no grites que te voy a matar”


Este pasado fin de semana una jubilada que reside en San Vicente vivió una verdadera pesadilla cuando un grupos de ladrones armado entró a su casa, la golpearon y robaron.

El hecho ocurrió en la noche del sábado y madrugada del domingo en una casa ubicada en la zona de la calle Paso, entre Ugarte y Roca. Una vecina jubilada escuchó y vio como un grupo de tres delincuentes (había uno más que esperaba afuera en un auto) entraban a robarle.

Saltaron un paredón y con una barreta abrieron dos rejas y con ese mismo elemento forzaron la puerta de la casa de la señora. “Yo me apoyo en la puerta, pegaron una patada, abrieron la puerta y me apuntaron con un arma. Me agarraron de los pelos y me arrastraron por el piso y ahí me lastimaron las rodillas”, explicó la víctima.

Los ladrones le exigían plata, dólares, y de forma muy repetitiva y agresiva. La mujer comenzó a gritar, a pedir auxilio. “No me mires que te voy a cagar matando. No grités que te voy a matar”, le repetía uno de los agresores. 

Estos gritos fueron escuchados por una vecina, la cual había llamado a la policía. Pero en dicho transcurso del robo la jubilada tuvo que despojarse de una suma de dinero que disponía allí y los ladrones huyeron. Para la jubilada fue una pesadilla, hasta la pusieron de rodillas y con la cabeza en el piso.

Su vecina también salió a segundos de lo ocurrido y alertó a un patrullero de las cercanías. Varios efectivos y personal de la división científica asistió al lugar.

En una cámara de las cercanías quedó registrado que el auto en el que circulaban (Volkswagen Senda color azul oscuro) había pasado varias veces por el frente de la casa y estuvieron rondando por la zona por un largo tiempo previo.

Loa vecina quedó en un muy mal estado, tuvieron que darle calmantes y ayer tuvo que asistir al médico debido a las lesiones y golpes sufridos. Por una cuestión de seguridad la damnificada pidió que no se publique su nombre, pero a la vez pidió a los vecinos que tengan alerta por si ven circular un auto varias veces por la puerta de sus casas porque pueden ingresar a robarles. Afortunadamente la mujer vive para contarlo.


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