A días del comienzo de clases recién le están colocando vidrios, los cuales rompieron en robos y a gomerazos. Una radiografía de un establecimiento que parece olvidado.
La escuela Eva Perón de barrio Matadero o conocida por ser “la 27”, parece ser una escuela abandonada, pero aunque no parezca en pocos días habrá alumnos allí adentro. La delincuencia y la falta de arreglos han hecho que se encuentre en una situación lamentable.
Durante este último año que la institución donde funciona primaria y secundaria estuvo cerrada debido a la pandemia, los delincuentes de la zona aprovecharon para llevarse casi todo lo que había allí, desde cables, ventiladores, aires acondicionados y hasta el timbre de la entrada.
Pero no solo eso, sino que además generaron roturas en vidrios a gomerazos y a golpes para ingresar a robar, pero primeramente rompieron varias rejas del edificio. Goteras, manchas de humedad, roturas en puertas y paredes son “normales” ya.
Las aulas móviles o containers que llegaron nuevas alguna vez ahora están a la miseria, le llevaron los aires frío calor, el cobre y rompieron las ventanas y puertas a patadas. A esto se suma el deterioro por la falta de mantenimiento.
A días del comienzo de clases los enviados por el consejo escolar se apresuran para colocar algunos vidrios y de tratar de dejar algo presentable las aulas que estén habilitadas.
Hablando con vecinos de la zona, los mismos dijeron que la delincuencia proviene por parte de gente del barrio, que son ladrones de la zona y que son “los mismos de siempre”. La delincuencia y la falta de mantenimiento han hecho de esta escuela una de las que en peor estado se encuentra según muchos docentes. Esto es una clara muestra de la falta de educación y parte de sentido de pertenencia por parte de una porción del vecindario, un claro problema social, cultural y de falta de valores y educación.
Parece increíble, pero a solo una cuadra, se encuentra en a famosa placita de Mataderos una patrulla las 24 horas para evitar que unos delincuentes de la zona generen disturbios, caso conocido que hasta salió en Crónica hace unos meses atrás.
A días de comenzar las clases presenciales con los protocolos, gente cercana a la escuela dice que las condiciones edicilias son “pésimas”, y que se le tendrá que poner un esfuerzo muy grande a la situación para poder sobrellevarla y poner en práctica los nuevos protocolos sanitarios y la nueva “normalidad”.
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