(KORN) Recorrerá 5 mil kilómetros en bicicleta por una promesa

Un viajero movilizado por sus creencias, tiene como objetivo pedalear para llegar a los santuarios de los santos de los cuales es devoto. Redobla su apuesta del año pasado.

Miguel Cerquetti (62) es un ciclista que reside en Alejandro Korn, y este viernes a la madrugada partió rumbo a Chascomús en un viaje que tiene como objetivo una demostración de fe, ya que planea recorrer alrededor de 5000 kilómetros en bicicleta.

Movilizado por la devoción a diversos santos, su hoja de ruta tiene varios objetivos. Primeramente, la Virgen de Luján, luego los santuarios del Gauchito Gil, San La Muerte y la Virgen de Itatí, en la provincia de Corrientes. Pero este año apunta a más, ya que piensa pasar a suelo brasilero.

Hace 33 años realizó su primera peregrinación en bicicleta, cuando se dirigió hacia la Virgen de Luján, saliendo de Chascomús. El año pasado recorrió casi 3 mil kilómetros cuando se dirigió a suelo correntino y en este 2018 redobló la apuesta. El domingo planea llegar a Luján y desde el lunes partir hacia las otras provincias, Entre Ríos, Corrientes (donde irá por los santuarios de los santos mencionados). Pero no todo queda en territorio Nacional, porque luego piensa pasar a Brasil para saludar a un amigo que conoció en su anterior travesía. Aunque si se da la oportunidad, espera llegar a la Cataratas del Iguazú en Misiones y luego pasar a Paraguay. Después emprenderá la vuelta por Chaco y Santa Fe.

Miguel explicó a Noticias que “la gente te trasmite cariño y en cuanto lo espiritual hay veces que pasan cosas que uno no entiende y se nota que está la mano de Dios. Como cuando estaba sin fuerzas para pedalear y le pedía a los santos para llegar a destino, o encontraba alimentos en el medio de la ruta y me daba fuerza para seguir”, dijo. Lo que para muchos es una locura, para el viajero es una cuestión de creencia.

En su equipaje lleva desde una caja de herramientas hasta elementos de caza. “Voy a respetar la naturaleza, si cazo o pesco solo será por necesidad”, declaró Miguel. Pero siempre remarcó que este viaje no lo hace solo, sino que lo hace con el aliento de muchos, eso también le da fuerzas. “Esto se lo dedico a mis santos, lo hago por ellos y por mis hijos. Pero cuando yo pido lo hago por todos, por esa gente con la que tengo amistades y por las personas que siempre voy conociendo en los viajes”, finalizó.

Un viaje que tuvo fecha de salida, pero que no tiene día de regreso. En su experiencia anterior recorrió 2800 kilómetros en un mes, solo Dios sabe el tiempo que le lleve este tramo. Esta vez Miguel ya va con la experiencia que le dio la travesía anterior, y espera disfrutar más del camino, de esas cosas que aparecen en este tipo de aventuras.

Comentarios