Jorgelina Ocanto, vecina de la ciudad, asistió a emitir su sufragio en una escuela de la localidad.
En el día de ayer se celebraron las PASO y en Alejandro Korn la vecina Jorgelina Ocanto fue a votar con más de 101 años de edad sobre su persona.
Asistió a la escuela Carola Lorenzini, donde acompañada por su familia emitió su voto como lo viene haciendo desde hace décadas. En las redes sociales circuló la foto de “pocha” saliendo de la escuela 25 junto a una familiar.
Jorgelina es oriunda de Martineta, partido de Olavarría. Allí se crío entre 9 hermanos, pero luego por cosas del destino y del amor llegaría a Alejandro Korn, donde vivió con su marido y tuvo 5 hijos. “Si bien ha trabajado toda su vida, fue criada en la vida de campo. Siempre fue una mujer sana, además siempre ayudó a los demás”, comenta orgullosa Alicia, una de las hijas de Jorgelina, que además añade que “para mí es algo natural, como yo siempre la tuve a mi lado es normal tener a mi madre y agradezco todos los días a Dios y a la Virgen el poder tenerla a esta edad”, explicó.
Se levanta entre las 7 y 8 am, se higieniza, se hace sus tostadas habituales y recibe a diario la visita de familiares y amigos que ha sabido cosechar a lo largo de este camino. Alicia, su hija, no se despega un segundo de su madre y está siempre pendiente de ella, al igual que la familia.
En el día de ayer se celebraron las PASO y en Alejandro Korn la vecina Jorgelina Ocanto fue a votar con más de 101 años de edad sobre su persona.
Asistió a la escuela Carola Lorenzini, donde acompañada por su familia emitió su voto como lo viene haciendo desde hace décadas. En las redes sociales circuló la foto de “pocha” saliendo de la escuela 25 junto a una familiar.
Jorgelina es oriunda de Martineta, partido de Olavarría. Allí se crío entre 9 hermanos, pero luego por cosas del destino y del amor llegaría a Alejandro Korn, donde vivió con su marido y tuvo 5 hijos. “Si bien ha trabajado toda su vida, fue criada en la vida de campo. Siempre fue una mujer sana, además siempre ayudó a los demás”, comenta orgullosa Alicia, una de las hijas de Jorgelina, que además añade que “para mí es algo natural, como yo siempre la tuve a mi lado es normal tener a mi madre y agradezco todos los días a Dios y a la Virgen el poder tenerla a esta edad”, explicó.
Se levanta entre las 7 y 8 am, se higieniza, se hace sus tostadas habituales y recibe a diario la visita de familiares y amigos que ha sabido cosechar a lo largo de este camino. Alicia, su hija, no se despega un segundo de su madre y está siempre pendiente de ella, al igual que la familia.
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