(INSEGURIDAD) “Los policías locales lo revisaron, le sacaron un cuchillo y dejaron que se vaya como si nada”

La frase anterior fue de una comerciante de Alejandro Korn, que fue testigo junto a su compañero de trabajo de dicha escena a plena luz del día.


En el comienzo de la semana, los comerciantes de la calle Esmeralda y esquina Bolivia, a metros de la Escuela N° 12 (Barrio Solferino), fueron testigos de una escena que podría situarse cerca delo nauseabundo o mismo de lo patético y que genera impotencia.
Entre las 10:00 y 10:30 de la mañana del lunes, un joven iba caminando con una botella de vidrio cortada y merodeando por los comercios. Sobre la esquina antes mencionada hay un almacén y la chica que atiende advirtió que la persona estaba con serias intenciones de ingresar al comercio.
De repente dos oficiales de la Policía Local interceptaron al masculino, le retiraron la botella y en el cacheo le sustrajeron un cuchillo que tenía entre sus ropas. Como acto seguido, los policías “le dieron algunos cachetazos y le dijeron tomatelas de acá”, contó la comerciante, mientras el hombre que andaba armado se iba lentamente.

La cuestión parece ser la siguiente: el accionar de los policías es erróneo. Lo primero que asa por una cabeza normal, es que esa persona que estaba armada y podía atacar a alguien salió caminando y ni siquiera fue demorada. Claramente la cuestión deja mucha tela que cortar. “Los policías locales lo revisaron, le sacaron un cuchillo y dejaron que se vaya como si nada”, contó la mujer y asintieron apenados los testigos de la escena.


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