(SOCIEDAD/KORN) Santa Giulia: tiempo de balances

A poco de cumplirse un año de su reapertura,  tuvimos un mano   a mano con uno de sus responsables de recursos humanos. Las aspiraciones de crecer más, los conflictos y más.

Desde el 2017 que la planta frigorífica Santa Giulia se ha vuelto una fuente laboral para muchas personas que viven en el partido de San Vicente. Tantos años para la ansiada reapertura fueron eternos para muchos y para tener un panorama más claro fuimos al lugar.
En Estos últimos días, Noticias de Empalme pudo tener un mano a mano con Germán Casas, uno de los encargados de recursos humanos en la planta. Casas comentó a Noticias que “Santa Giulia hoy por hoy está firme y aspira a seguir creciendo. En diciembre y enero del año pasado tuvimos que despedir a 100 personas por un problema comercial de un acuerdo con Chile, pero se prometió reincorporar a la mayoría. Ahora estamos a 60 días de estabilizarnos con la venta para el mercado kosher (judío), pero eso nos lleva a que realicemos una obra en la zona de faena para el giro de cajones”, dando un panorama actual de la situación de la planta frigorífica.
Según nos informaron, el ritmo de trabajo incluye la matanza de unas 600 cabezas de animales por día, llegando a tener una planta con 330 empleados el día de hoy que están a nombre de la empresa. “Estaremos trabajando en 90 por ciento de faena, estamos tomando gente en depostada, hay sectores que estamos sin expandir como la menudencia, sumando los tercerizados, esto costó por el golpe de diciembre. Mas esos tercerizados debemos tener 380 empleados y planeamos llegar a los 400”, relató Casas en cuanto a las expectativas, porque actualmente “se está exportando a Europa, podríamos exportar a China, que se está viendo.
Se hizo un convenio con un frigorífico de La Plata, tercerizamos trabajo aquí mismo y a otros clientes también”, tiró.

CONFLICTO.
Hace pocas semanas un grupo de trabajadores denunció una “persecución sindical” que se realizó dentro de la empresa, en el cual la misma optó por trabajar con el sindicato Federación y no con el sanvicentino.
“Sé puntualmente cuales son los casos de los trabajadores. El frigorífico no trabaja a destajo, se trabaja por hora. El problema viene por el sector de faena, dentro de 100 personas que están allí hay una 20 o 30 con un conflicto sindical por decirlo así. Hay una Federación Gremial de la carne que está trabajando con nosotros la cual tiene dos delegados no votados por la gente ya que nadie llega al año de antigüedad. Después está el otro sindicato. Hubo intentos de bloqueos a la puerta, esta gente está fuera por tema sindical, por intentar realizar un boicot a la empresa. Los que quedaron adentro se están adaptando, la idea no es sacar a nadie. Si viene el Ministerio y nos dice que esto pertenece  a tal sindicato nosotros lo hacemos, pero no es un tema económico, es un tema 100 por ciento sindical, yo no quiero problemas entre sindicatos en la puerta”, deslizó Casas.

Pablo Andrade (37) es uno de los despedidos. Él junto a Juan López, Julio Cabral, Juan Aguirre  se encuentran reclamando por esta “persecución sindical” que ellos dicen que sufrieron.
“Me prohibieron el ingreso, ellos quisieron imponer cosas que uno en tantos años conoce. Yo pertenecía a la faena. Nosotros estábamos trabajando por hora, la pagaban 123 pesos. La asociación Gremial llegó y nos dijo que nos iban a pagar 1,80 por animal, o sea que es la misma plata por más animales. La quincenas variaban, cuando trabajábamos las 9 horas llegamos a 10 mil pesos, pero hubo quincenas de 6 mil pesos.
Me acusan de que les entorpezco el trabajo, que perjudico el funcionamiento de la empresa.
Estoy esperando que me paguen la quincena, después que ellos me paguen veré que hago. Ellos dicen que nosotros somos problemáticos.  A ellos les molestaba el peso político que podía llegar a tener las personas con más edad”, comentó Andrade.

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